Dicen que el cine es el séptimo arte, pero este verano en el área metropolitana de Barcelona será el octavo: el arte de reconvertir ruinas industriales en influencers culturales. Las históricas Tres Xemeneies de Sant Adrià del Besòs han logrado lo impensable: sustituir al idílico castillo de Montjuïc como sede del mítico cine al aire libre.
“Ya está bien de servir de fondo a sesiones de fotos de skaters o vídeos de trap”, declara la chimenea central, visiblemente humeante de emoción. “Este año somos nosotras las protagonistas, y no pienso compartir plano con ningún edificio del Eixample”.
La programación de películas todavía es secreta, pero fuentes cercanas a la caldera apuntan a una cartelera muy meta:
- Chimenea letal
- Fumando espero
- Las tres torres (versión proletaria de El Señor de los Anillos)
- Y un pase especial de Inside Out para honrar sus traumas postindustriales.
Los organizadores, con cara de “esto era una broma y se nos ha ido de las manos”, han confirmado que se instalarán hamacas, foodtrucks, y un puesto donde podrás adoptar una partícula de dióxido de azufre con certificado de autenticidad.
Mientras tanto, Montjuïc ha entrado en una silenciosa depresión. Fuentes del parque afirman que la montaña ha empezado a ver series sola y a hacerse cuentas falsas para criticar a Sant Adrià en Twitter.
El cine de verano ha hablado. Y este año, las protagonistas no tienen boca, pero sí mucho que decir.