Mientras en el Vaticano los cardenales se rompen la cabeza (y los piñones) en un cónclave que huele más a incienso rancio que a renovación, en Badalona ya tienen clara la solución: el próximo Papa debe salir de Llefià.
Un grupo autodenominado Papa de Proximitat ha irrumpido en la escena internacional con una propuesta que mezcla fe, barrio y bastante caradura: nominar al Paquito “El Místico”, un vecino de Llefià famoso por recitar versículos mientras bebe litronas y organiza procesiones improvisadas con carritos del Carrefour.
“Si Ratzinger fue Papa con esa cara de funcionario de la ITV, nuestro Paquito tiene mucho más carisma y sabe lidiar con multitudes difíciles, como los de la Plaça Trafalgar a las tres de la mañana”, declara Antònia Rebollo, portavoz del movimiento.
Las pancartas de “Habemus Paquito” ya adornan la Plaça Pompeu Fabra, donde también se celebraron unas primarias populares: Paquito arrasó frente a otros candidatos, incluido un dominicano que da misa trap en Artigues.
El arzobispado de Barcelona, tras escuchar las reivindicaciones badaloninas, ha preferido no pronunciarse, pero fuentes no oficiales dicen que “están entre la risa y el miedo”.
El Vaticano, por su parte, solo ha emitido un escueto comunicado: “¿Badalona? ¿Eso dónde cae?”.